Generalmente los contratos de alquiler en Argentina son por un mínimo de dos años. Si se trata de un alquiler con fines comerciales, normalmente el contrato es por tres años. Los contratos duran un máximo de diez años. La duración de los contratos está amparada por la ley argentina (Ley 23091).
Además de la duración, los contratos también establecen que si el inquilino no paga la renta el contrato queda rescindido y tiene que marcharse. No obstante, los inquilinos no siempre se van cuando se les pide, lo que obliga a los propietarios a presentar cargos contra ellos en el juzgado. El proceso para echar a un inquilino es largo y caro. Para prevenir tales problemas, a menudo se firma un Convenio de Desocupación al mismo tiempo que el contrato de arrendamiento. Este Convenio cubre todo lo referente a la resistencia a pagar y a marcharse del piso. El objetivo del convenio es que en caso de conflicto al inquilino se le pueda desahuciar fácilmente. Si durante el contrato de alquiler el apartamento sufre más daños de los normales por el uso, el propietario puede deducir el importe de los daños de la fianza.
Para prevenir los daños que los inquilinos puedan ocasionar al inmueble y la falta de pago de la renta, puede que necesites una tercera persona que te avale, es decir, que garantice que pagarás la renta. Si el inquilino no paga la renta, el propietario o casero puede reclamar el pago al que le avala. El avalador después de pagar la renta puede reclamar su devolución a quien avaló, argumentando que fue traicionado. Esto es un proceso largo e incierto lo que explica que sea difícil encontrar alguien que te avale.
Según la ley el propietario no puede aceptar pagos por adelantado si queda más de un mes para que el inquilino ocupe la vivienda, La ley también establece que la fianza no puede exceder del equivalente a un mes de alquiler por año de contrato.
No está permitido hacer ninguna remodelación en el apartamento sin permiso del propietario. Subarrendar esta prohibido por ley en Argentina y la mayoría de los contratos también lo reflejan.
Normalmente los contratos de alquiler contienen los siguientes puntos:
- Nombre, nacionalidad e identificación del inquilino y del propietario
- Dirección del apartamento o inmueble
- Descripción del estado del apartamento (y de los muebles)
- Cláusula que establece multas por realquilar
- Cantidad exacta del alquiler (en $ EE.UU. y/o $ AR) y condiciones de pago
- Cláusula que establece las multas por falta de pago y el derecho del propietario al desahucio
- El tiempo de duración del alquiler y la multa por incumplimiento del mismo
- Acuerdo de no llevar a cabo ninguna obra sin el consentimiento del propietario
- Pago de los gastos de comunidad y de los servicios
- La cuantía de la fianza y el derecho del propietario de emplearla para pagar las deudas
- Cláusula que establece como se procederá en caso de conflicto
- Firmas del inquilino y del propietario y la fecha del contrato